El sector inmobiliario es quizás uno de los más antiguos y diversos del mundo. Hay tantas formas de invertir en distintas propiedades como departamentos de estreno, casas, lotes, etc., que en ocasiones incluso los inversionistas más experimentados pueden tener problemas para saber por dónde empezar.

Si trabajas con bienes raíces o quieres comenzar a invertir en este sector, en el siguiente artículo te mostramos 4 tipos de inmuebles, sus características, entre otros aspectos importantes. 

¿Qué es un bien inmueble?

La definición de bienes inmuebles es la transacción de venta o adquisición de propiedades inmobiliarias, lo cual no solo incluye el lote en sí, sino todo lo que está unido de forma permanente al terreno. Esto incluye los recursos naturales y las mejoras en el mismo, como las casas. 

Asimismo, las mejoras en la tierra pueden incluir estructuras nuevas o antiguas, siempre que estas estén situadas en un terreno. Los bienes inmuebles pueden utilizarse para diversos fines, desde proporcionar a las personas un lugar para vivir, hasta utilizar la tierra en bruto para cultivar o alquilar una propiedad comercial para un negocio. 

Los profesionales del sector inmobiliario, como los agentes, corredores o promotores de bienes raíces, ganan dinero construyendo o facilitando el intercambio de propiedades. 

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Tipos de bienes inmuebles 

1. Inmuebles residenciales

4 tipos de bienes inmuebles y sus características

Los bienes inmuebles residenciales se refieren a cualquier propiedad utilizada como vivienda. Entre ellos se encuentran las casas familiares, las cooperativas, los dúplex y los condominios en los que puede vivir el inversionista o la persona que alquila la propiedad. Este tipo de inmuebles es ideal si lo que buscas es empezar a construir la casa de tus sueños o formar una familia. 

Las propiedades como los condominios o departamentos siguen teniendo una gran demanda debido a su ubicación privilegiada. Estas viviendas son populares por su comodidad y acceso a servicios esenciales cercanos como centros comerciales, hospitales y tiendas. 

Las propiedades inmobiliarias residenciales son una buena inversión debido a los rendimientos que se pueden obtener. Por ejemplo, las empresas inmobiliarias suelen tener un periodo de preventa en el que se pueden comprar departamentos o casas a un precio más bajo. 

Es en ese momento donde los inversores aprovechan esta oportunidad para adquirirlas y venderlas más tarde, cuando su valor en el mercado aumenta.

2. Inmuebles comerciales

Los bienes raíces comerciales son aquellos cuya finalidad principal es realizar operaciones y servicios comerciales. Estas propiedades suelen incluir conjuntos de departamentos, tiendas, gasolineras, hoteles, hospitales, estacionamientos, entre otros. 

Los inversionistas en esta categoría suelen ser propietarios de empresas que desean establecer su marca en un lugar determinado o crear un espacio de trabajo para su personal. Aunque las ventas y las transacciones desempeñan un papel importante en la creación de flujo de caja, la mayor parte de sus ingresos proceden del beneficio del alquiler de la propiedad.

3. Inmuebles industriales

4 tipos de bienes inmuebles y sus características

Los bienes inmuebles industriales son todos los terrenos, edificios y otras propiedades donde se realizan actividades de tipo industrial. Estas prácticas incluyen la producción, el ensamblaje, el almacenamiento, la fabricación, la inspección y la distribución de bienes y productos. 

Las leyes suelen especificar en qué zonas de una ciudad se pueden instalar estos bienes inmobiliarios para que no perturben las viviendas y otros lugares cercanos durante su funcionamiento. La rentabilidad de esta inversión depende de múltiples factores, entre ellos el tipo de propiedad que se elija.

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4. Terrenos sin construir

Los lotes sin edificar suelen ser terrenos agrícolas o sin desarrollar, como por ejemplo granjas, fincas y terrenos forestales. Muchos inversionistas consideran estas tierras como una buena inversión porque son recursos tangibles y finitos. Además, estas propiedades permiten ahorrarse el trabajo de hacer remodelaciones y preocuparse por los bienes dañados o sustraídos. 

En comparación con la compra de una propiedad residencial o de un almacén, los terrenos sin construir pueden ser una inversión mucho más económica. Sin embargo, un inconveniente importante es que no puede generar ingresos por sí solo.

Ahora ya conoces 4 clases de bienes inmuebles. No olvides que mientras la población mundial siga creciendo, la demanda de las viviendas seguirá aumentando. Esto lo hace ideal para comenzar tus inversiones inmobiliarias tan pronto como sea posible y conseguir las mejores ofertas de tus propiedades preferidas. ¡Esperamos que esta información te haya sido útil! 

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