En la actualidad, la sostenibilidad es una preocupación mundial. Por esta razón, se busca que la construcción de departamentos dúplex, casas, estudios y más se realice siguiendo rigurosos estándares que promuevan el cuidado del medio ambiente.

Pero, ¿cuáles son estas normas? Para resolver tu duda y enseñarte más sobre los edificios sostenibles, en este artículo te mostramos qué deben tener estos inmuebles para ser considerados totalmente ecológicos.

1. Ubicación estratégica

A la hora de diseñar un edificio sostenible, hay que tomar en consideración el lugar donde se va a ubicar. El terreno debe estar alejado de zonas de alta contaminación acústica y atmosférica, así como de zonas con fallas geológicas en el suelo. Para ello, los responsables del proyecto tendrán que llevar a cabo un estudio exhaustivo.

Además de buscar áreas poco contaminantes para construir, es fundamental que el lugar cuente con zonas de vegetación que ayuden a controlar la temperatura del edificio. Esto será clave para regular el gasto energético que se producirá durante su construcción.

La ubicación también desempeña un papel crucial en el impulso de medios de transporte alternativos. Una ubicación estratégica minimizará la necesidad de largos desplazamientos y fomentará el uso del transporte público y la bicicleta, así como los viajes cortos a pie.

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2. Integración con el entorno

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La naturaleza del entorno del inmueble tiene que respetarse y preservarse en la medida de lo posible, de modo que la construcción no afecte demasiado la zona. Una regla de las edificaciones sostenibles es promover la sensibilización sobre el cuidado del medio ambiente; por ello, en la mayoría de los casos, se espera que estas propiedades se realicen con elementos naturales como jardines verticales, aprovechando la vegetación del lugar.

Gracias al uso de la vegetación, es posible disminuir o incluso anular la radiación solar de manera sostenible y natural. En este contexto, podemos decir con seguridad que la integración de la edificación con su entorno es un detalle que no se puede pasar por alto.

3. Uso de la luz natural

Un buen diseño eficiente tiene que priorizar el uso de la luz natural como principal fuente de iluminación para reducir al máximo la dependencia de la electricidad. Teniendo esto en cuenta, es esencial controlar la orientación de los edificios para conseguir un buen confort térmico y ambiental.

Cuanta más luz natural se pueda aprovechar en el inmueble, menores serán los niveles de exposición a la contaminación lumínica y mayor será el ahorro energético. Estas son consideraciones a las que debe prestarse mucha atención desde las primeras fases del proyecto. 

Al fin y al cabo, aprovechar al máximo el sol permitirá conseguir mejores temperaturas y maximizar las horas de luz sin recurrir a la iluminación artificial.

4. Uso inteligente de la tecnología

La tecnología también puede ser una gran aliada de la sostenibilidad. De hecho, en los últimos años se ha convertido en una herramienta útil para crear edificios verdes, gracias a los avances que se están realizando pensando en el cuidado del planeta. Estas nuevas tecnologías ayudan a conseguir la máxima eficiencia energética con el mínimo grado de contaminación.

Entre las principales tecnologías ecológicas encontraremos la automatización para el control de la iluminación, la calefacción y el aire acondicionado, así como la monitorización en tiempo real del consumo de energía y del estado de los sistemas.

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5. Aprovechamiento de las energías renovables

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El aprovechamiento de las energías renovables es primordial en todos los procesos del proyecto, desde la construcción hasta el posterior uso y mantenimiento de los edificios. Esto evitará el derroche de energía y hará que el inmueble sea más sostenible para su entorno.

Esta práctica de edificios sostenibles incluye la instalación de paneles solares, la incorporación de sistemas de energía eólica y la exploración de otras fuentes de energía renovables, como la geotérmica.

La energía que producen estas fuentes puede abastecer eficazmente la demanda eléctrica del inmueble, desde la iluminación y los electrodomésticos hasta los sistemas de climatización. El resultado es una reducción significativa de la dependencia de los combustibles fósiles y, en consecuencia, de las emisiones de gases de efecto invernadero.

6. Gestión de residuos

Para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de un edificio es imprescindible gestionar bien los residuos. Esto implica minimizar la generación de residuos durante todas las fases del proyecto, sobre todo durante la construcción. En este sentido, deben adoptarse prácticas como la reutilización de materiales y su correcta eliminación.

De la misma manera, hay que dar importancia al establecimiento de programas de reciclaje y compostaje durante la fase operativa.

¡Ahora ya sabes cuáles son las características de un edificio sostenible! Si quieres contribuir al cuidado del medio ambiente, te recomendamos que optes por este tipo de inmuebles cuando busques tu próxima propiedad. Recuerda que adoptar estos principios te permitirá dar un paso más hacia un mundo más sostenible y consciente. ¡Esperamos que esta información te haya sido de utilidad!

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